Recién llegado.

Antes que nada quiero agradecer la invitación de Alonso, el de ser participe de este interesante blog. Intentaré aportar lo que pueda. Como es el primer post que publico, pensé, que mejor que rememorar la crónica que escribí, cuando el 8 de Octubre del presente año, llegué a Lima, después de cinco años de ausencia. Se titula: Recién llegado.

Recién llegado.

A pesar de todo no me sorprendió. La niña se había acercado a la ventana del carro para pedir unas monedas. No tenía ni una moneda en ese momento en los bolsillos, recién había llegado a Lima, estaba recién bajado del avión; una vez que me recogieron del aeropuerto subí al carro de mi tío. Estaba bien asfaltado el trayecto hacía el aeropuerto, me preguntaba por los baches, no hubo ninguno hasta una vez que entramos en la av. Javier Prado y ya todo parecía tal como lo había dejado, incluso la niña que se acerco cuando el carro paro en un semáforo. Es una jodida realidad que no ve salida. A pesar de todo no me impactó esa imagen, pero si me invadió una tristeza extraña y sin tener una moneda para darle. Sólo tenía billetes de 50 € en el bolsillo (era parte de mi bolsa de viaje, la cual es muy escasa), no supe que decirle… finalmente le pregunte si había cenado… -¿cenado?, ¿que es eso?- me dijo, entonces mi tío saco dos monedas, eran dos soles y se los dio.El semáforo se puso en verde y proseguimos el camino. La escena se repetía en varias esquinas con otros carros y me di cuenta lo poco que había cambiado la Ciudad después de varios años sin visitarla. Ya muy cerca de casa, los baches eran casi continuos y el carro saltaba ligeramente cuando pasaba por encima de uno. Todo era casi igual, pensé que encontraría distinta la Ciudad… mi tío me contaba lo que pasó hace días atrás respecto a una trama de corrupción en un estamento del gobierno, algo había leído en Madrid sobre el tema. Faltando una calle para llegar a casa, reflexioné sobre la niña. La cosa ya tenía sentido, el presidente actual es Alan García, recordé.

Gio.