Frente al distanciamiento y la ineptitud de la clase política que nos representan, ante el distanciamiento de las instituciones, los ciudadanos han sido capaces, por sí solos, de crear de la noche a la mañana un movimiento que nos trae a la memoria el Mayo francés del 68.
La indignación de una inmensa mayoría de españoles y muy especialmente de la llamada “generación perdida” que sin trabajo, sin vivienda, sin un futuro claro y con una realidad basada en la supervivencia, exigen un cambio radical en las estructuras, un cambio basado en la conciencia social y en el raciocinio de la justicia.
Entre otras propuestas del Movimiento 15-M se contemplan el que se respeten los derechos básicos y fundamentales de las personas tal y como se recoge en la Constitución Española. Se exige reforma fiscal y Laboral así como la revocación de prebendas vitalicias en la clase política y un mayor control de la banca. En suma, el Movimiento 15-M, propone democracia participativa y directa en la que la ciudadanía tome parte activa, conformando el pilar fundamental y objetivo predominante en las decisiones políticas. Democracia real y efectiva.
Como en el mayo francés del 68 “seamos realistas, pidamos lo imposible”
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