Siempre que pienso en las plantas recuerdo el jardín de la casa de una amiga de la infancia, con frecuencia yo me preguntaba que le haría su madre a las plantas para conseguir tener las flores tan hermosas y ella me decía: “pensarás que estoy loca, pero están así porque las trato con cariño y les hablo todos los días”
No, no estaba loca desde hace mucho tiempo se acepta que mimar, cuidar con cariño y hablarle a las plantas ayuda a que se desarrollen incluso en ambientes no propicios, pero ¿alguien se ha preguntado si esas hermosas plantas tienen algo que decirnos?
Pues sí, alguien se lo ha preguntado. Hace unos días leí que un grupo de investigadores japoneses estaban muy interesados en saber lo que sienten las plantas. Para llevar a cabo su experimento han creado un blog el cual les ayudará a desentrañar el misterio, el blog de Mirodi-san. Hasta aquí nada “raro”, si está de moda tener un blog (hasta yo misma tengo uno) ¿por qué no puede tener Mirodi-san su propio blog? Pero quizás os parezca un poco raro, o cuanto menos curioso, si os digo que Mirodi-san es una planta de 40 cm de alto, situada en la barra de un café en Kamakura, cerca de Tokio.
El día 16 de Octubre Mirodi-san publicó en su blog : “Hoy está soleado y puedo tomar mucho el sol… me entretuve un poco hoy”
Mirodi-san publica diariamente comentarios en su blog (se ve que está necesitada de hablar) con la ayuda de un sensor que mide señales eléctricas y las envía a un ordenador en el café, que mediante el algoritmo y la introducción de otros datos las traduce al japonés, siendo publicadas automáticamente en el blog.
En otra entrada Mirodi-san decía: “Está nublado. Fue un día frío.” Se espera que en el futuro el blog pueda reflejar de una forma más precisa las sensaciones de Mirodi-san.
No entiendo el japonés, ni tampoco sé de algoritmos, así que me sería difícil saber (si es que es verdad todo lo que se cuenta) lo que realmente nos dice Mirodi-san en su blog.
De todas formas no deja de ser una curiosidad que me hace reflexionar, y no es que pretenda ser insolente, pero ¿por qué nos preocupamos tanto por las plantas, los animales e incluso por quien estando en otro continente ni siquiera conocemos y con, tanta frecuencia, nos olvidamos del que está a nuestro lado? ¿No necesitará también decirnos “hoy fue un día frío o el día está soleado o simplemente querrá darnos la mano, o …? ¿Tendrá que abrir un blog para que seamos capaces de dedicarles un ratito, le traduzcamos y le escuchemos?
Así es la vida y esta es una de sus curiosidades.
Os paso el link del Blog, por si a alguien le interesa saber lo que “Mirodi-san nos quiere decir hoy(si es que le entendéis porque os advierto que es un poco difícil, para mí imposible). Ahora os dejo porque tengo alguien aquí al lado que creo que quiere decirme algo, no sé que necesitará decirme pero por suerte no habla japonés así que creo que podré entenderle y escucharle un ratito.
Por cierto, yo también le hablo a mis plantas será por eso que están tan hermosas...
http://plant.bowls-cafe.jp/index.php
No, no estaba loca desde hace mucho tiempo se acepta que mimar, cuidar con cariño y hablarle a las plantas ayuda a que se desarrollen incluso en ambientes no propicios, pero ¿alguien se ha preguntado si esas hermosas plantas tienen algo que decirnos?
Pues sí, alguien se lo ha preguntado. Hace unos días leí que un grupo de investigadores japoneses estaban muy interesados en saber lo que sienten las plantas. Para llevar a cabo su experimento han creado un blog el cual les ayudará a desentrañar el misterio, el blog de Mirodi-san. Hasta aquí nada “raro”, si está de moda tener un blog (hasta yo misma tengo uno) ¿por qué no puede tener Mirodi-san su propio blog? Pero quizás os parezca un poco raro, o cuanto menos curioso, si os digo que Mirodi-san es una planta de 40 cm de alto, situada en la barra de un café en Kamakura, cerca de Tokio.
El día 16 de Octubre Mirodi-san publicó en su blog : “Hoy está soleado y puedo tomar mucho el sol… me entretuve un poco hoy”
Mirodi-san publica diariamente comentarios en su blog (se ve que está necesitada de hablar) con la ayuda de un sensor que mide señales eléctricas y las envía a un ordenador en el café, que mediante el algoritmo y la introducción de otros datos las traduce al japonés, siendo publicadas automáticamente en el blog.
En otra entrada Mirodi-san decía: “Está nublado. Fue un día frío.” Se espera que en el futuro el blog pueda reflejar de una forma más precisa las sensaciones de Mirodi-san.
No entiendo el japonés, ni tampoco sé de algoritmos, así que me sería difícil saber (si es que es verdad todo lo que se cuenta) lo que realmente nos dice Mirodi-san en su blog.
De todas formas no deja de ser una curiosidad que me hace reflexionar, y no es que pretenda ser insolente, pero ¿por qué nos preocupamos tanto por las plantas, los animales e incluso por quien estando en otro continente ni siquiera conocemos y con, tanta frecuencia, nos olvidamos del que está a nuestro lado? ¿No necesitará también decirnos “hoy fue un día frío o el día está soleado o simplemente querrá darnos la mano, o …? ¿Tendrá que abrir un blog para que seamos capaces de dedicarles un ratito, le traduzcamos y le escuchemos?
Así es la vida y esta es una de sus curiosidades.
Os paso el link del Blog, por si a alguien le interesa saber lo que “Mirodi-san nos quiere decir hoy(si es que le entendéis porque os advierto que es un poco difícil, para mí imposible). Ahora os dejo porque tengo alguien aquí al lado que creo que quiere decirme algo, no sé que necesitará decirme pero por suerte no habla japonés así que creo que podré entenderle y escucharle un ratito.
Por cierto, yo también le hablo a mis plantas será por eso que están tan hermosas...
http://plant.bowls-cafe.jp/index.php
1 comentario:
a mi las plantas no me dirigen la palabra, si las trato de hablar, elevan sus hojas girando el tallo hacia el lado contrario a mí, me ladean, ningunean, pasan de mis pláticas, se sienten engañadas con mis paseos por parques, jardines, senderos donde malician que las engaño con otras plantas tal vez más jóvenes y mejor regadas; en cambio si me hablan, demasiado las gatas que viven conmigo, esta mañana, sin ir más lejos, una de ellas, la pequeña que es negra como una mala noche, pretendí salir sin despedirme, se abalanzó a mi pierna mordiéndome a la altura del gemelo, despues se quedó mirandome descarada, algo insolente.
Me alegro, Ana, tu buen rollito con las plantas.
Un beso para ti
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